La reversión de las concesiones sanitarias de gestión privada al sistema público gestionado directamente por la Conselleria de Sanidad, fue un compromiso que los partidos que hoy forman el Gobierno de la Generalitat Valenciana asumieron con el pueblo valenciano en las últimas elecciones autonómicas de 2015. Sin lugar a dudas, se trata de uno de los retos más complejos al que se tiene que enfrentar el Gobierno de la Generalitat en la actual legislatura.
Intersindical Salut, lleva en su ADN la defensa de la sanidad pública y el rechazo a cualquier opción mercantilista del sistema de Sanidad Público, junto con la lucha por la mejora de las condiciones de trabajo y el prestigio de los profesionales que la conforman. En este sentido, el apoyo de Intersindical Salut al proceso de reversión es incuestionable.
El pasado 1 de abril, la Conselleria de Sanidad dio por comenzado formalmente, el proceso de reversión, y los acontecimientos se han precipitado vertiginosamente en una sucesión de hechos bastante trepidantes. A la comunicación de las normas de reversión efectuada por la Conselleria, se ha contrapuesto automáticamente la impugnación interpuesta por Ribera Salud. Mientras tanto, la Conselleria ha informado, primero a la prensa y después a los representantes sindicales sobre los criterios que regirán el proceso. La sociedad ha articulado plataformas cívicas en defensa de la Sanidad Pública, y la mercantil está haciendo lo propio, incidiendo socialmente con todos los medios que su capacidad económica le permite.
El proceso de reversión del departamento de Alzira ha empezado, la Conselleria de Sanidad ha diseñado un plan para su ejecución muy esmerado, extremadamente garantista y revestido de un grado de consenso bastante elevado. Un plan con intención de aprovechar el modelo para lo que tiene que venir después, la reversión de otros departamentos, que tendrán que reconfigurar el sistema sanitario valenciano de gestión íntegramente público.
El plan de reversión diseñado por la Conselleria arranca bajo la premisa de que nos encontramos ante un procedimiento de sucesión de empresas, en este caso originado por la extinción de un contrato de concesión de gestión privada de un servicio público; la Sanidad Pública en el departamento de La Ribera. Por lo tanto ante este escenario, se impone legalmente la obligación a la Conselleria de subrogar al personal laboral existente. Así pues, la administración pretende que los profesionales subrogados, que lograrán la condición de personal laboral indefinido no fijo, transicionen voluntariamente hacia el régimen estatutario, sin establecer un marco temporal, lo cual Implica “de facto” la posibilidad de apalancarse en estos lugares sin limitación de tiempo. Esta fórmula da pie a lo que algunos han definido como la posibilidad de jubilarse en su puesto de trabajo.
¿Es moralmente aceptable otorgar al personal subrogado condiciones laborales que no se dan al propio personal temporal de la Conselleria de Sanidad?
Justamente, esta es la sombra que rodea el proceso de reversión. La subrogación del personal laboral en los términos establecidos supondrá un agravio comparativo con el personal estatutario temporal de la Conselleria, frente al cual Intersindical Salut, reclama medidas correctoras de compensación.
1.- Frente a la posibilidad de que el personal laboral se jubile en su puesto de trabajo, para el personal estatutario proponemos procesos extraordinarios de consolidación del trabajo.
2.- Frente a la retribución del complemento de carrera y desarrollo profesional del personal Laboral indefinido no fijo, proponemos el reconocimiento de este derecho para el personal Estatutario temporal de la Conselleria de Sanidad.
3.- Aquello que es legal, no siempre es justo. Parece injusto que profesionales que ha accedido al trabajo sin respetar los principios de concurrencia en condiciones de igualdad, publicidad, mérito y capacidad superen en baremación al personal que ha concurrido respetando el sistema reglamentado de la bolsa de trabajo temporal de la Conselleria. Intersindical Salut considera que la Conselleria tiene que contrarrestar esta desigualdad que sufren sus trabajadores y trabajadoras compensando este desequilibrio de alguna manera. Se tiene que consensuar en la Mesa Sectorial de Sanidad un mecanismo compensatorio para el personal temporal de la Sanidad Pública.
Por lo tanto, corresponde a la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública implicarse más con su propio personal para llegar a un equilibrio que puede descompensarse con el establecimiento de unas mejores condiciones al personal proveniente de la privada.
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