La federación sindical valenciana considera que al menos habría que incorporar, con carácter de urgencia, un mínimo de tres mil nuevos profesionales al sistema sanitario valenciano para intentar paliar la situación.
Según el sindicato sanitario de Intersindical Valenciana, el problema, que se
viene arrastrando desde los inicios de la crisis y la aplicación de los recortes,
con la imposición de las tasas de reposición y las restricciones
presupuestarias a la dotación de nuevos puestos de trabajo, ha provocado
un efecto “bola de nieve” que se ha ido prolongando hasta hoy, momento
en el que, profesionales y sindicatos, hemos empezado a levantar voces de
alarma ante la situación.
Para Intersindical Salut, lo que puede parecer un problema estacional,
con la agudización del pico de gripe invernal, no deja de ser más que un
problema estructural causado por el alarmante dé cit de plantilla que afecta
a la sanidad pública valenciana.
Los profesionales, artífices silenciosos del mantenimiento de la
calidad asistencial
La evidencia de la falta de plantilla ha contado con ciertos factores que han
contribuido a silenciar y retrasar el problema hasta la llegada a lo que
parece ser un punto de inflexión, por lo “insoportable” de la situación, en
determinadas unidades y servicios.
A este sindicato, no le cabe duda, que el sostenimiento de la calidad
asistencial y el mantenimiento de la prestación sanitaria en parámetros
razonables, se debe a la gran profesionalidad demostrada día a día por el
personal que presta su servicio en las instituciones sanitarias, que han antepuesto el servicio público a sus propios intereses y condiciones
laborales. Han ejercido sus funciones a pesar de todos los recortes salariales,
en las condiciones de trabajo y con las severas disminuciones de plantilla
aplicadas, bajo el pretexto de la sostenibilidad económica impuesto a todas
las administraciones desde el Gobierno del Estado, que ha puesto en jaque
uno de los bienes más preciados de los ciudadanos, el sistema sanitario
público.
Otro de los factores que ha contribuido a la “paciencia social” fue el
cambio de gobierno y la expectativa de solución de los problemas más
acuciantes durante la legislatura. Pero la timidez de las medidas
acometidas, todas ellas de bajo impacto presupuestario, por motivos de infrafinanciación autonómica, han ocasionado la subsistencia de la situación
y han acabado con las esperanzas de una solución a corto plazo.
No se puede olvidar que la flexibilidad en la aplicación de algunas normas
que impiden acumular días que se adeudan al personal de un año a otro, ha
permitido al personal el disfrute de los adeudos horarios y los permisos con
independencia del momento en que estos se generaron. En este aspecto,
cabe destacar la permisividad de ciertos responsables de servicios y
unidades que han hecho posible la continuidad del disfrute de estos
derechos a pesar de las dificultades de sustitución y de las rigideces
normativas.
Una situación que se extiende por todo el mapa sanitario
valenciano.
Ante esta situación, la actividad sindical desarrollada por los
permanentes de Intersindical Salut-Iv en los diferentes departamentos de
salud, ya se ha convertido en un asunto cotidiano de sus reivindicaciones ante
las gerencias por falta de personal, pasando a ocupar una posición central
en las quejas que recibimos del personal al que representamos.
El pasado 7 de febrero, fue la Junta de Personal del Departamento de Salut
Dr. Peset de Valencia la que se pronunció mediante un manifiesto que ponía
de “negro sobre blanco” la situación que sufre el Departamento, manifiesto
que fue aprobado por todos los representantes sindicales del Departamento.
Estas situaciones y este contexto social en las plantillas de profesionales
sanitarios se repite a lo largo y ancho de todo el mapa sanitario valenciano
desde Vinarós a Orihuela, tanto en el ámbito de la asistencia especializada
como en la atención primaria.
Consecuencias
Cualquier informe de salud laboral que detectara un régimen de trabajo que generara estados graves de tensión, ansiedad, inseguridad y una
insatisfacción general ante la incapacidad de poder ejercer las funciones en
unas condiciones de normalidad, consideraría los puestos no aptos para el
trabajo.
Del mismo modo que es inadmisible la alteración de los tiempos de
descanso a los que se presta el personal para suplir las ausencias que se
producen en los equipos de trabajo ante la dificultad para contratar
sustituciones, el efecto de estas circunstancias generan adeudos horarios
que constituyen una verdadera exageración. Este sindicato ha recibido
denuncias de hasta 200 horas anuales de adeudos horarios a una sola
persona.
Para Intersindical Salut-Iv, el mantenimiento de esta situación, constituye una vulneración continuada del sistema de condiciones de trabajo,
en el que se incumplen reiteradamente el régimen de disfrute de permisos,el régimen horario, la retribución de los excesos horarios que no se pueden
disfrutar, las normas de seguridad y salud laboral.
Pero ni todas la vulneraciones expuestas llegan a ser tan importantes como
el bien superior que se pone en peligro, que no es otro que el derecho a la
protección de la salud de los ciudadanos.
Desde Intersindical Salut, se ha insistido en la necesidad de efectuar un
incremento generalizado de plantillas que nos permita recuperar los
empleos perdidos en el sistema desde la crisis, lo que supondría una
incorporación al sistema sanitario no inferior a 3.000 profesionales de
las diversas categorías y el restablecimiento a la normalidad del régimen de
condiciones de trabajo establecido.
J. Salvador Moscardó
Área de Acción Sindical
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